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Mostrando entradas de abril 1, 2018

Fanatismo putinista y orden occidental (I)

Desde que Vladimir Putin estaba asentado en Dresde, Alemania Oriental, como el vigilante —aunque oscuro— agente de la KGB que siempre ha sido, lo absorbía una desesperada obsesión: Que su país dejara de ser potencia mundial 01 de Abril de 2018 Moscú está callado. Palabras de Putin cuando presencia, desde Dresde, como agente de la KGB en Alemania Oriental, la caída del Muro de Berlín. Entre 1980 y 1989, Putin vivió en el “paraíso” oriental de Alemania, en donde pudo lograr un nivel de vida superior al que tenía en la entonces URSS. La caída del Muro representaba el comienzo de su infierno, una vez de regreso a la Unión Soviética. Algunos de sus biógrafos (Boris Reitschuster y Karen Dawisha) mencionan que al regreso a su ciudad natal, la antigua Leningrado, Putin consideró la posibilidad de manejar un taxi para poder subsistir. Sin embargo, según Dawisha, su trabajo en la alcaldía de San Petersburgo y el haber logrado armar, con su grupo compacto en Dresde, lo que sería