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Mostrando entradas de octubre 13, 2019

Por qué no a la autocracia

Hitler jugó bien sus cartas en su época de oro. Después de destrozar la República de Weimar en 1933, edificó, con la ayuda de su gabinete del terror (Himmler, Goebels, Heydrich, Eichmann, Goering), un movimiento político y social sustentado en la amplia base nazi fascista, a fin de anular al parlamento y delegar en la burocracia fascista, sus caprichos totalitarios. Más tarde, esto sería muy productivo: el líder se convertiría en emblema del “movimiento” del que era un subproducto orgánico; sin él tener ninguna responsabilidad directa en las decisiones que tomaba su círculo cercano, sobre todo, aquellas relacionadas con la destrucción de las estorbosas instituciones democráticas. El fascismo se construyó sin que el líder y mentor máximo del mismo, tuviera responsabilidad en el detallado proceso práctico de estallamiento de las estructuras político-económicas de Alemania.             Empero, aunque el partido quedara a la cabeza de las decisiones, con el Führer como estandarte del