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Mostrando entradas de 2019

¿Qué hacer con el patio de enfrente?

La pregunta es pertinente en los tiempos de la Cuarta Transformación. Nunca habíamos enfrentado tan dolorosa lección de Estados Unidos desde los tiempos del presidente estadunidense James K. Polk, quien dobló y corrompió a un Santana dispuesto y ruin para la entrega de la mitad de nuestro territorio. Aquel fue un acto inescrupuloso al que México se sometió en forma abyecta. Y que nos ha convertido ad eternum en una víctima chillona del imperialismo bárbaro y obsceno que tanto nos odia y odiamos. Después de la saga Pompeio-Ebrard, y de la saga López Obrador-Trump-Barr. De la descarada imposición y anuencia del gobierno de México de una política migratoria represiva, de seguridad y de relaciones con América Latina (Evo Morales) a la imagen de Donald Trump, ¿nos queda algo de nuestra muy solfeada soberanía? ¿O algo de gracia republicana? Este gobierno le ha concedido al de Trump todo lo que quedaba de una política exterior ya de por sí famélica. La entrega ha sido veloz y es mayo

Evo Morales: de democracia y golpes (II y último)

Una vez que logremos desmitificar este asunto, podremos debatir sobre el derecho de Evo Morales (EM) a ser aceptado y recibido como asilado político en México. Salvo al sha de Irán, no se había aceptado como asilado en México a ningún actor que tuviera pendientes con la justicia de su país. Al sha lo derrocó la Revolución Islámica el 11 de febrero de 1979 y a instancias de Henry Kissinger, el gobierno de López Portillo lo asiló en Cuernavaca, polémica incluida. A EM se le recibe en México hace un mes, después de renunciar a la presidencia, acusado de fraude electoral y presionado por la élite militar para lograr evitar un derramamiento de sangre y levantamientos en diversos territorios de Bolivia. Lo importante de estudiar el caso de este nuevo asilado y protegido en nuestro país es si era procedente el ofrecimiento de asilo dado su cuestionado antecedente político legal. ¿Qué fue exactamente lo que pasó en Bolivia a partir del 20 de octubre en que se celebraron elecciones gen

Evo Morales:de democracia y golpes (I)

Para empezar esta reflexión, hay que decir que Evo Morales (EM) no es, ni Jacobo Árbenz en 1954, ni Salvador Allende en 1973. Para empezar, estos, desde sus respectivas trincheras reformistas, nunca violaron los preceptos constitucionales de sus respectivos países (Guatemala y Chile), mismos que fueron los que los llevaron a ocupar la presidencia de sus países con toda legitimidad. Asimismo, tampoco se erigieron en víctimas lastimosas de ningún complot. En cambio, Morales si lo ha hecho. Frente al mito que ha hecho de sí mismo y frente a las evidencias de sus fraudes electorales, ahora optó por calificar a su victimarios de golpistas y de racismo en su contra; aunque ciertamente algo hay de golpe en este asunto y mucho de racismo, esto no nos tiene porqué intimidar al hacer el análisis del asunto de su salida de Bolivia y su posterior arribo a México en calidad de asilado.            Lo mismo aplica, desde luego a la variable económica y la del progreso que durante su presidenci

Golpe de Estado o Estado fallando

AMLO no sabe, porque no lo sabe, lo que es un golpe de Estado en México y me imagino que tampoco lo quiere. Entonces, ¿Por qué lo invoca?   El golpe de Estado es técnica y políticamente muy complejo de entender. Un golpe de Estado es un acontecimiento tremendo y el cual es generalmente exigido por sectores amplios de una sociedad nacional. Es una forma de intervención política violenta que generalmente conduce al caos y en cuyo proceso las fuerzas armadas toman el control del Estado, derrocando al régimen de gobierno civil en el poder. Generalmente es un movimiento pragmático pero también político, como ocurrió en Chile en septiembre de 1973, cuando amplios sectores de la clase media, con el apoyo propagandístico y material de Washington, clamó por el derrocamiento del gobierno democrático de Allende, lo cual fue posible por la traición de Augusto Pinochet y el oficialismo militar que él encabezó. Hay que decir que a diferencia del trato que el presidente López Obrador ha dispensado a

Capitulación

Después de la entrega a Donald Trump de la plaza fronteriza y migratoria, y la educativa a la CNTE, AMLO, entrega ahora otra plaza, pero al liderazgo del narco en Culiacán. Esto es lo que indica la evidencia palpable de los desafortunados acontecimientos, resultantes del operativo fallido en Culiacán. El presidente abandonó el Estado o el Estado se aleja cada vez más de él. Lo que percibimos muchos, sin embargo, es que AMLO metió al Estado al cajón de sastre y a estas alturas no está nada claro si podrá volver a sacarlo y hacer uso de él como dios manda. El Estado es una entidad muy sensible para el funcionamiento efectivo o no de la democracia. Y si no se sabe conducir se puede revertir, tanto en su fuerza intrínseca, como en lo que resulte de los vacíos que se dejan cuando se le abandona. Ese fue el caso de Culiacán. El desparpajo demostrado en el operativo en contra de Ovidio Guzmán, cachorro del Chapo, es evidencia de dos cosas: una total y profunda desorganización en uno de los

Por qué no a la autocracia

Hitler jugó bien sus cartas en su época de oro. Después de destrozar la República de Weimar en 1933, edificó, con la ayuda de su gabinete del terror (Himmler, Goebels, Heydrich, Eichmann, Goering), un movimiento político y social sustentado en la amplia base nazi fascista, a fin de anular al parlamento y delegar en la burocracia fascista, sus caprichos totalitarios. Más tarde, esto sería muy productivo: el líder se convertiría en emblema del “movimiento” del que era un subproducto orgánico; sin él tener ninguna responsabilidad directa en las decisiones que tomaba su círculo cercano, sobre todo, aquellas relacionadas con la destrucción de las estorbosas instituciones democráticas. El fascismo se construyó sin que el líder y mentor máximo del mismo, tuviera responsabilidad en el detallado proceso práctico de estallamiento de las estructuras político-económicas de Alemania.             Empero, aunque el partido quedara a la cabeza de las decisiones, con el Führer como estandarte del

La trama ucraniana: un mafioso en la Casa Blanca

El 25 de julio de los corrientes, en una conversación telefónica que era secreta y que se desclasificó el jueves pasado, con todas las implicaciones políticas que esto tendrá, Donald Trump le dice a Volodímir Zelenski, el presidente ucranio, “se está hablando del hijo de [Joe] Biden (en referencia a Hunter Biden, que tuvo negocios en Ucrania mientras su padre era vicepresidente), que Biden detuvo la investigación y que mucha gente quiere averiguar eso, así que lo que puedas hacer con el fiscal general de EU será genial … Rudy Giuliani (abogado personal de Trump) sabe muy bien lo que está pasando y es un tipo muy capaz. Si puedes hablar con él y con el fiscal general, será genial. Biden fue por ahí presumiendo de que había detenido la investigación, así que si puedes mirar eso”; para paso seguido rematar: “tu economía va a ir mejor de lo que yo predije”. A esto Zeleneski responde: “como hemos ganado la mayoría absoluta en nuestro parlamento, el próximo fiscal general ser´100% mi candida

Cesión de soberanía

Si Trump impusiera 5% de aranceles a nuestros productos, estaría afectando la proveeduría de las cadenas de valor integradas en la producción de ambos mercados. Por ejemplo, los aranceles elevarían los precios al consumidor estadunidense y afectaría las cadenas de producción intrafirma ubicadas en ambos mercados. La reiteración de Marcelo Ebrard de que México no aceptará ser tercer país seguro, pero que la estrategia migratoria está siendo un éxito toda vez que se ha logrado un 70% de resultados en el proceso de expulsión de migrantes centroamericanos indeseables para Trump y, por añadidura para México, muestra lo profundo de la crisis en que la política exterior mexicana se encuentra. Su afirmación de que de lo hecho no se arrepiente, toda vez que significa “cumplir con la ley mexicana”, habla de lo mucho que esta ley (suponemos que lo referente a las leyes migratorias) no sólo no se cumplía, sino de lo mucho que fue rota por el mismo discurso demagógico de AMLO al incitar

Boris Johnson, el terminator insular

Cuando uno visita las casas del Parlamento de Westminster, en pleno centro histórico de Londres, lo primero que se observa es su neogótica solidez. Se trata, al tiempo, del palacio real más antiguo de Londres, así como de la sede del legendario poder legislativo británico. Contiguo a esta histórica construcción, se encuentra la Plaza del Parlamento ( Parlament Square ), que acoge las esculturas de algunos primeros ministros históricos del Reino Unido. De entre estos, el que mejor vista tiene al parlamento británico, es Winston Churchill, quien situado en la esquina noreste de la plaza, sobresale como la figura más cercana al famosísimo “Big Ben”, representación histórico-estética de la grandeza política moderna de ese país, de la cual el propio Churchill es protagonista principalísimo. Churchill, el Gran León, es, ciertamente, la figura histórica británica de la modernidad más sólida y venerada por propios y extraños, toda vez que nos muestra al hombre que representó una luz de espera

Tú la traes

Desde que se pactó la infame certificación migratoria de EU a México cada 45 días, a cambio de la no imposición del cinco por ciento de aranceles a nuestras exportaciones, los sucesos se han desencadenado en forma por demás lamentable. México y Estados Unidos ni se acaban de entender entre sí ni de entender en qué consiste su compleja relación interméstica . Ya no acatan las reglas intrínsecas que privan históricamente en la relación bilateral. Esta relación pierde cada vez más orden y racionalidad. Si bien esto ya ocurría debido al anquilosamiento de nuestra política exterior soberanista, antiimperialista y antimoderna, la llegada a la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos y posteriormente la de Andrés Manuel López Obrador en México acabó dándole un golpe que puede ser mortal, al igual que lo son los otros agravios en contra de las instituciones del Estado operados por este gobierno. Como ya se ha dicho en este espacio, el gobierno de Trump ha hecho y hará todo lo posible

Los 45 días y la corta agonía de la diplomacia mexicana

En días pasados, Mike Pompeo, Secretario de Estado de Trump, pasó por México a recibir el parte del dúo pro Trump, AMLO-Ebrard, sobre el complejo proceso de contención y expulsión de la indeseada migración centroamericana a Estados Unidos que pasa por México. Se habían cumplido los 45 días de prueba que Trump le impuso al gobierno federal, los cuales muy bien se pueden convertir en 17 meses. En efecto, serán largos meses de campaña electoral en Estados Unidos. Serán también, meses de certificación continua, en la medida en que a Trump se le antoje para apuntalar su campaña electoral.            Al igual que en 2016 Peña Nieto le dio alas al Trumpismo para llegar al poder, en esta ocasión, AMLO le podría facilitar la reelección a Trump, toda vez que la cuestión mexicana será reciclada por el magnate a conveniencia y México quedará así expuesto durante la contienda, como un factor detonante para ganar votos de los sectores que en EU coinciden en que México y los mexicanos somos un peli

El largo descontento de un corto gobierno, de miras cortas

Gobernar no es improvisar, ni imponer, ni escandalizar o atemorizar escatológicamente a miembros del respetable, sólo por la obsesión de perpetuarse en el poder, todo lo cual es vil traición a Don Benito Juárez; dicho sea directamente: es signo de perturbación emocional y antitético frente a los postulados de inclusión y tolerancia contemplados por el liberalismo del mismísimo Benemérito. Tampoco lo es hacerlo desde el arribismo electorero, cuando ya se habita Palacio. Gobernar no es encubrirse bajo la legítima representación del candidato, para luego (por puro ocio sádico) justificar las inconsistencias del Príncipe, o encubrir las incoherencias propias en nombre de los errores de los otros. La ineficacia e ineficiencia en el oficio de gobernar - acto que supone grandes habilidades de técnica política-, no es poco peligrosa. Y cuando ocurre, desestabiliza.  Para tener legitimidad se tienen que lograr la búsqueda de los consensos, capacidad de convocatoria plural e incluyente, buen j

El pequeño Rocket Man

Los desfiles militares celebratorios de poderío bélico han sido característicamente usados por los déspotas orientales o en Euro Asia. Los chinos, norcoreanos y los rusos son expertos en proyectarse con el despliegue cuasi fálico de misiles, tanques, aviación y tropa. Durante la guerra fría, se estilaban en todo el bloque soviético y mandaban señales de fuerza inequívocas a sus contrincantes occidentales. Sólo Francia entre las democracias occidentales, realiza tal demostración en la conmemoración del día de la Bastilla. En general las paradas militares se realizan en conmemoración a un triunfo en la guerra, como es el caso del desfile ruso con el que se celebra el triunfo sobre la Alemania Nazi en 1945.             Nunca en la historia de EU se había militarizado el día de la independencia nacional. Día en el que tradicionalmente se celebraba la paz y no la guerra. Después de varias intentonas, dese el mismo día de su inauguración como presidente, Donald Trump lo logró. Sacó los

El nudo Trumpiano

Ante el embrollo en el que Trump metió al Estado mexicano, sólo hay de tres para dibujar escenarios de entrada, de salida y de final. Trump le aplicó a México una llave de rendición, que en la jerga de la lucha libre se denomina “candado dragón”, llave que ha obligado a más de un luchador a tirar la toalla; así ocurrió. El primero es que México no saldrá limpio, al no otorgarle Trump (premeditadamente) a AMLO, en 45 días como mínimo, el beneficio de la duda y elogiarlo por haber logrado reprimir la inmigración centroamericana, tal cual se pactó. O bien, Trump seguirá en campaña antimexicana para apuntalar su reelección (que muy bien se la podría deber a AMLO y Ebrard) y no va a dejar de mortificar intermitentemente al gobierno mexicano en los próximos 17 meses. O, por último, México se hartará ante los desprecios de Trump y ante la sarta de amenazas de imponer el 5% o más de aranceles a las exportaciones mexicanas, acude a la OMC para iniciar un litigio contra EU y se alía con la UE

Del tirano que escapa de su laberinto y lograba su muro

México no ganó: revirtió una imposición (no existente), unilateral, arbitraria e ilegal, a cambio de militarizar la frontera sur, convertirse en tercer país de asilo “sin demora” y fungir como el policía de Trump. El país completo se volvió el soñado muro de Trump. Donald Trump es un hombre enfermo. Se cree estadista, no lo es. Representa, por un lado, a la consciencia social más burda y culturalmente retrasada de su país y, por el otro, a la escuela política más retardataria de los siglos XX y XXI. Herido políticamente, cada día que pasa y a cada cerco que le ponen Robert Mueller, Nancy Pelosi o CNN, él responde con ferocidad draculiana. Literalmente, Trump se alimenta de la miserable sangre ajena para lograr un empoderamiento que, ya hemos visto, poco le dura cada vez que embiste a su interlocutor. Lo mismo amenaza a Irán, que llama p ocahontas  a la senadora Elizabeth Warren, a quien descalifica como descendiente de nativos estadunidenses; insulta al alcalde de Londres, Sadiq