Estados Unidos se ha visto incapaz de contener al incontenible Netanyahu. Washington está, incluso, dispuesto a realizar un intercambio (trade off) entre el asedio a Rafá por parte de Israel, el cual Washington permitiría que se llevara a cabo, a cambio de que Israel no contrataque a Irán más allá de la levedad con que ya lo hizo, después del bombardeo en contra de la base iraní de Isfahán, que es el sitio en donde se encuentra una central nuclear iraní estratégica y con esto desatara una conflagración regional y eventualmente internacional de gran envergadura. El reciente desplazamiento de tropas israelíes hacia Rafá, habla de que este trade off ya fue negociado a costa de la salud, del bienestar y la vida de muchos de los más de un 1.4 millón de refugiados palestinos que han encontrado su último refugio en esa parte de la Franja de Gaza, en la frontera con Egipto. Tal cual es la real politik en el teatro global y en el de las guerras regionales y globales. Vidas humanas a cambio de que se evite una guerra regional en Oriente Medio. Mantener un equilibrio precario entre dos potencias regionales a cambio del exterminio de miles de palestinos que han sido obligados al desplazamiento interno dentro de su propio territorio que es, hoy, más tierra de nadie (¿de Israel?) que otra cosa. Según información muy reciente el ejército israelí, ha desplegado unidades de artillería y vehículos blindados de transporte de tropas en el sur de Israel, junto a las fronteras de Gaza. Representantes de alto nivel de Washington e Israel, tuvieron una reunión virtual el jueves pasado para discutir los planes, específicamente respecto a Rafá.
Según se sabe, la respuesta militar israelí por el ataque de Irán con más de 300 drones y misiles sigue en el aire, a pesar del tímido bombardeo israelí sobre Isfahán. Ha trascendido, según la cadena ABC, que Israel preparó y luego abortó ataques de represalia contra Irán, en al menos dos jornadas nocturnas de la semana que pasó. Todo esto abona a la especulación de hasta dónde y con qué profundidad Israel estaría dispuesto a contratacar, sobre todo ahora que se negocia con Washington el mencionado trade off y que la presión de sus aliados para no escalar aumenta.
En todo caso, la comunidad internacional está a la expectativa de cómo reaccionará Netanyahu al ataque de Irán en su territorio, mientras sigue sopesando su respuesta. El líder israelí ha estado en el centro del escenario internacional, en donde los principales líderes internacionales lo han buscado para tratar de encauzar su respuesta hacia el espacio de la moderación y la contención y no al acentuamiento de un mayor militarismo, algo que Netanyahu reconoce con mucha dificultad, sobre todo ahora cuando, por su debilitada posición política a nivel interno, parece que sólo podrá salvarse con la continuidad de la guerra (la sociedad civil israelí exige elecciones anticipadas y demócratas de EU piden la renuncia de Netanyahu). Así pues, el primer ministro israelí tiene a la comunidad internacional en vilo por la invasión anunciada de Rafá, que, si se realiza, según Médicos sin Fronteras, resultaría en una enorme carnicería: Netanyahu es capaz de todo con tal de salvar su pellejo político y no dará tregua a su estrategia descabellada de pensar que acabar con el último reducto de Hamás en Israel garantizará, primero, su triunfo político militar y, segundo, la paz en la región con media Palestina destrozada y la mitad del globo en contra suya por sus excesos. Es, por lo menos, desconcertante la política timorata de Washington que, un día sí y otro también, promueve el alto al fuego y la liberación de los rehenes en Gaza, para después vetarlo en el seno del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas. Aunque no hay que negarle créditos en su papel como mediador frente a Irán, si es que existe algún corresponsable en que Netanyahu se siga saliendo con la suya ése es el Washington de Biden y la historia lo recordará – sobre todo si Trump resultara electo para aunar todavía más a la tragedia que vive el sistema internacional– como el cómplice de uno de los genocidios más brutales de la historia del conflicto y las guerras.
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