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El Partido Republicano en el abismo


Cuando el sabio señala la luna,
el tonto se fija en el dedo 
Proverbio budista zen

Del Partido Republicano (PR) se han dicho muchas y variadas cosas, pero nunca algo tan contundente, que ante los acontecimientos de la reciente semana,  lo explica y justifica aún mejor. Me refiero a aquella afirmación del gran escritor estadunidense Gore Vidal cuando este lo acusó de ser no un partido, sino un estado de ánimo, como la Juventud Hitleriana, basada en el odio. Las acciones del PR están hoy supeditadas a las emociones más que a las razones. El Tea Party se ha constituido en su caballo de Troya. El PR está hoy invadido del odio de esta corriente intolerante que ha convertido al PR en una fuerza extremista al lado de la cual el Le Penismo francés palidece. El PR realmente odia a Obama a rabiar. Desde su inmaculada blanquitud, al conjunto hoy más informe de sus miembros y representantes congresionales, les resulta estorbosa la negritud del flamante presidente, tomando decisiones desde la Sala Oval de la Casa Blanca. ¡Qué atrevimiento! Esa Casa (blanca), construida por esclavos afro estadunidenses nunca fue concebida ni planeada para que la ocupara un miembro de esa minoría. Los republicanos odian a Obama y todo lo que él representa, desde su color de piel, hasta sus políticas sociales que le boicotean día tras día y no le dejan emprender debido a su decadente postura anti Rooseveltiana y a la maraña de corrupción a que los empujan los variados intereses especiales que representan. Esto es más notorio cuando se trata del Obamacare, un sistema de aseguramiento general que, por cierto ya fue aprobado. Su intransigencia más reciente, en la forma del secuestro final del presupuesto del gobierno, que votaron en la Cámara Baja  aprovechándose de su mayoría, los expone como una banda de facinerosos temerarios, capaces de tumbar la economía local y de pasada la global, en el nombre de una reacción, más que de una acción racional, de Estado. Son los Berlusconi de EU, panfletarios y vulgares en su argumentación y decadentes como políticos en su manejo de la cosa pública. Ni siquiera son post ideológicos ni postdemocráticos, los republicanos son hoy simplemente antipolíticos y absolutistas en la forma y fondo en cómo quieren apropiarse de la agenda del poder en el contexto de un sistema político bastante agónico que en otro contexto nunca les hubiera dado la mayoría en la Cámara de Representantes. Su sentido del compromiso es nulo y siguen pateando el pesebre que los vio nacer a una vida política que se antoja de corto plazo. El Speaker de la Cámara Baja, John Boehner, que es el virtual Jefe del Congreso y el segundo político más importante después del Presidente, ha demostrado ser un incompetente y no ha podido controlar a las huestes extremistas de su partido que con su decisión de no aprobar el presupuesto, ha mandado de licencia sin salario a 800 mil empleados federales, cerrado parques nacionales, detenido proyectos de inversión y desarrollo sustentable, educativo y de salud; ahora también ha afectado la política exterior de Obama, quien  se ha visto obligado a cancelar su viaja a Asia en donde tenía citas importantes en Indonesia, Brunei y Filipinas para concretar negocios en beneficio de los exportadores y empresas estadunidenses.

Lo peor de este secuestro del gobierno por parte de la farándula republicana, es que expresa en buena medida una combinación compleja de asuntos. Por un lado se habla de lo muy representativa que esta decisión es de los intereses del "pueblo estadunidense" (Boehner dixit), por otro lado, según encuestas, la decisión representa a una minoría de estadunidenses. Y por último, pero no menos importante, de durar una semana más esta crisis, los efectos que pueda tener a nivel global serán desastrosos para los vecinos al sur y para la economía mundial en su conjunto. Así, que es preciso que México tome las debidas precauciones que eviten el coletazo de esta crisis ideológica de gran envergadura que ha envenenado la política de nuestros vecinos.

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