A raíz del acuerdo logrado entre México, Estados
Unidos y Canadá para avanzar en la relación comercial, emergen muchos acertijos
que pueden presentar escenarios muy cambiantes en las relaciones geoestratégicos
para los tres países y para la región misma. Estos acertijos y escenarios
respectivamente, deberán de ser considerados por los respectivos parlamentos de
los tres países involucrados antes de aprobar en definitiva el Tratado.
Con el EU de Trump estamos
ante un momento evidentemente proteccionista, aunque con sus excepciones. Por
ejemplo, EU se muestra dispuesto a plantear límites cuando de tratados
multilaterales se trata; sin embargo, se inclina a negociar acuerdos
bilaterales, negociación uno por uno, que no está claro que le vayan a aceptar
sus interlocutores. Tal fue el caso del TLCAN 02, en el que EU buscó originalmente
un esquema de acuerdo bilateralista sin éxito. Además, no podemos dejar de lado
las duras y persistentes críticas que Trump ha hecho a China sobre sus
políticas comerciales, las cuales percibe como dañinas para el comercio en el
mundo.
Mi argumento es que con lo
anterior se contempla un escenario de múltiples modificaciones en las
correlaciones de fuerza regionales y globales. Esto podrá abrir una brecha no
conocida del todo en la relación de China y el mundo y desde luego, entre los
organismos internacionales, China, la UE y EU. No se diga, el hecho de que
todos los actores económicos se moverán hacia un acomodamiento que busque
evitar afectaciones de fondo a su red de relaciones comerciales y sus
respectivos déficits comerciales. Debido al panorama descrito, podemos decir
que China buscará nuevas alternativas en sus relaciones multilaterales. De
hecho, sus autoridades ya han sugerido estrechar lazos con varios países que,
como México, se verán presumiblemente afectados por la política proteccionista
de Trump. Ciertamente, de ser esto correcto, estaríamos, en este momento de la
globalización (positiva y negativa) ante la presencia de una nueva geoeconomía
y una nueva geopolítica regional y mundial.
Será de vital importancia
que México considere medidas disuasorias frente a la potencial crisis que se
avecina a las puertas de Palacio Nacional a partir de la guerra comercial emprendida
por EU; principalmente de una mayor diversificación comercial con actores
globales relevantes, con el fin de superar la creciente dependencia comercial
(80%) que guarda la relación comercial de México con EU. Todo esto, ante las
modificaciones inconvenientes para México que Trump ha intentado imponer en el
marco de las negociaciones del TLCAN 02.
Complementariamente al
argumento arriba expuesto, agreguemos que la anomia social entendida como el menosprecio político, social y
cultural que tiene EU de la relación con
México, durante la era Trump se intensifica. Esto ha provocado que la relación
se arraigue en políticas tradicionales. México podría exponerse a la imposición
de aún más políticas restrictivas en todos los ámbitos de la colaboración bilateral.
Y EU a que su política local y federal tiendan a constituirse a partir de su
narrativa electorera populista antiglobalización en una expresión antimexicana.
Razón de más para que México se blinde y aproveche la oportunidad que esta
coyuntura le da para la diversificación..
´ Es
de particular importancia resaltar de este tratado, el artículo 32.10 que anuncia
que “los
países firmantes del USMCA se comprometen a no signar acuerdos comerciales con
economías que no sean de mercado”, implicando que “En el mundo “solo” hay tres
economías que no son de mercado: Cuba, Corea del Norte y China”.
Mensaje anti Chino
clarísimo que infiltró EU en el borrador del nuevo tratado y que podría convertir
al TLCAN 02 en el primer tratado comercial del mundo en contra de China. Y
convertir a nuestro país en el esquirol por excelencia contra China, lo cual
afectará nuestro trato con el gigante asiático .¡Ojo señores legisladores!
Tienen en sus manos una bomba Trumpista que no pueden dejar pasar y
menos dejar que México sea usado en la cruzada anti China.de Trump, sin
importar los motivos de EU, los cuales no pueden ser los de México, sobre todo
porque México ya está trabajando con China con miras al estrechamiento de los
lazos comunes. No hacer bien esto implicaría la entrega de la plaza. O como
dice Edward Greenspan, negociador comercial canadiense, “no
puedes hablar en serio acerca de la estrategia de diversificación si no
incluyes a China en ella. China posee cerca del 33 por ciento del crecimiento
mundial. Es un número extraordinario. Es más que todo el resto de Asia
combinado”.
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