El populismo, soberanista y autocrático e incluso aidelológico, se vale de muchas muletas para sobrevivir a sí mismo. Es, básicamente, pragmático. Es un hecho que el éxito de la internacional populista se basa en la existencia de una masa multiclase salvajemente pauperizada por un capitalismo financiero de casino y hasta hoy imparable, y que ha sido desatinadamente acogido por el proceso globalizador. La globalización irracional provocó un proceso generalizado de inequidad económica y de oligarquización de la sociedades; también le quitó legitimidad a aquella y engendró un neonacionalismo excluyente y rudimentario que, por más que evidencie la crisis de la democracia, es inaceptable toda vez que es acompañado por liderazgos intolerantes, antipluralistas y potencialmente totalitarios que hacen descansar su narrativa en la exclusión de una otredad (lo ajeno, lo opuesto, lo disidente), la cual representa una anomalía a destruir, una amenaza al debate transformador democrático que...

Investigador Titular en el CISAN-UNAM y profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la FCPyS. Fue Profesor-Investigador visitante en el Lateinamerika-Institut de la Frei Universität, Berlin 2013-2015. Colaborador permanente en Deutsche Welle, Berlin. Realizó su Maestría en Sociología Política y el Doctorado en Relaciones Internacionales, por la London School of Economics and Political Science (LSE).