José Luis Valdés Ugalde 23/08/2015 El alto grado de complejidad que implicó la llegada de Barack Obama a la Presidencia de EU ha supuesto enormes desafíos para la política estadunidense, pero, también, ha revivido fantasmas que creíamos sepultados. Los pendientes de la sociedad estadunidense respecto de su pasado y tradición racista se mantienen vigentes y quizá más despiertos de lo que nos imaginábamos. En regiones de ese país, así como en zonas tan profundas como oscuras de su sociedad aún se mantiene una mentalidad de Apartheid , que la hace ser, de entre los países industrializados, uno de los más racistas y retrasados. Así, una Casa Blanca con un Presidente negro en un país con sectores de población, mayoritariamente blanca y poseídos por delirios racistas, ha también provocado una profunda polarización social. Son muchos los ejemplos. El más reciente (sin subestimar los demás) es el ataque sufrido por un indigente latino en Boston la semana pasada,...

Investigador Titular en el CISAN-UNAM y profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la FCPyS. Fue Profesor-Investigador visitante en el Lateinamerika-Institut de la Frei Universität, Berlin 2013-2015. Colaborador permanente en Deutsche Welle, Berlin. Realizó su Maestría en Sociología Política y el Doctorado en Relaciones Internacionales, por la London School of Economics and Political Science (LSE).