Estados Unidos se ha visto incapaz de contener al incontenible Netanyahu. Washington está, incluso, dispuesto a realizar un intercambio (trade off) entre el asedio a Rafá por parte de Israel, el cual Washington permitiría que se llevara a cabo, a cambio de que Israel no contrataque a Irán más allá de la levedad con que ya lo hizo, después del bombardeo en contra de la base iraní de Isfahán, que es el sitio en donde se encuentra una central nuclear iraní estratégica y con esto desatara una conflagración regional y eventualmente internacional de gran envergadura. El reciente desplazamiento de tropas israelíes hacia Rafá, habla de que este trade off ya fue negociado a costa de la salud, del bienestar y la vida de muchos de los más de un 1.4 millón de refugiados palestinos que han encontrado su último refugio en esa parte de la Franja de Gaza, en la frontera con Egipto. Tal cual es la real politik en el teatro global y en el de las guerras regionales y globales. Vidas humanas a cambio de q
La serie de barbaridades y atropellos cometidos por el gobierno extremista de Israel en contra de la población civil en Gaza han acabado cercándolo y lo han convertido en un paria internacional, aunque con sonora impunidad. Después de matar a más de 32 mil civiles palestinos (eso sin contar a los palestinos que se encuentran bajo los escombros), Netanyahu acaba de cometer un crimen que, visto desde cualquier prisma jurídico, tendría que ser motivo de enjuiciamiento y sanción. El ataque y matanza de siete trabajadores humanitarios de la organización World Central Kitchen (WCK) el lunes pasado se ha convertido en un parteaguas del conflicto en Oriente Medio. El convoy de esta organización conocida por su vocación filantrópica regresaba después de repartir comida en Gaza y había informado al gobierno israelí de sus recorridos, en específico había informado del recorrido que haría el día de la tragedia. De aquí la indignación por la violación flagrante del ejército israelí de los derechos