México ha minado la necesaria confianza que debiera de conservarse entre sus aliados y socios para lograr alcanzar los compromisos y objetivos comunes que, principalmente en el interior del T-MEC, se tienen contemplados. Se percibe un claro malestar debido a varias circunstancias en Washington, Ottawa y otras capitales latinoamericanas, por el desastroso voto de México en la OEA en la que se desconocía el resultado electoral en Nicaragua. México fue uno entre un puñado de pequeñitos islotes, que se abstuvo frente a la farsa electoral que organizaron Ortega y Murillo. Esta forma de conducir la diplomacia mexicana responde más a un despropósito y a una simulación que evidencia la poca integridad que hay en la cancillería y Palacio Nacional, para asumir una postura digna ante los atropellos de los derechos humanos y la democracia en Nicaragua y en otros países, como Venezuela y Cuba. El sexenio quedará marcado con una gran mancha, ética y política, por lo que ya es una saga de desfiguros ...

Investigador Titular en el CISAN-UNAM y profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la FCPyS. Fue Profesor-Investigador visitante en el Lateinamerika-Institut de la Frei Universität, Berlin 2013-2015. Colaborador permanente en Deutsche Welle, Berlin. Realizó su Maestría en Sociología Política y el Doctorado en Relaciones Internacionales, por la London School of Economics and Political Science (LSE).