Estados Unidos ha fungido como potencia dominante desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1945 se dieron todas las condiciones para que el gran ganador de la posguerra ejerciera un poder global, prácticamente ilimitado. Habrían de ocurrir hechos históricos que irían modificando esta circunstancia, lo cual impactó la correlación de fuerzas entre los otros actores dominantes del sistema internacional y Washington. El ejercicio del poder de Estados Unidos durante la guerra fría estuvo marcado por la bipolaridad entre EU y la URSS, y diversos incidentes contribuyeron a que la polarización se agudizara. No fue sino hasta 1989, cuando cayó el Muro de Berlín y 1992 cuando se disolvió la Unión Soviética, que el mundo unipolar empezaría a ser sustituido por otro multipolar en el que diversos actores como China –que emerge hace veinte años como potencia hegemónica–, Europa y la Federación Rusa, adquieren un poder regional destacado impactando directamente en la correlación de...

Investigador Titular en el CISAN-UNAM y profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la FCPyS. Fue Profesor-Investigador visitante en el Lateinamerika-Institut de la Frei Universität, Berlin 2013-2015. Colaborador permanente en Deutsche Welle, Berlin. Realizó su Maestría en Sociología Política y el Doctorado en Relaciones Internacionales, por la London School of Economics and Political Science (LSE).