Después de la entrega a Donald Trump de la plaza fronteriza y migratoria, y la educativa a la CNTE, AMLO, entrega ahora otra plaza, pero al liderazgo del narco en Culiacán. Esto es lo que indica la evidencia palpable de los desafortunados acontecimientos, resultantes del operativo fallido en Culiacán. El presidente abandonó el Estado o el Estado se aleja cada vez más de él. Lo que percibimos muchos, sin embargo, es que AMLO metió al Estado al cajón de sastre y a estas alturas no está nada claro si podrá volver a sacarlo y hacer uso de él como dios manda. El Estado es una entidad muy sensible para el funcionamiento efectivo o no de la democracia. Y si no se sabe conducir se puede revertir, tanto en su fuerza intrínseca, como en lo que resulte de los vacíos que se dejan cuando se le abandona. Ese fue el caso de Culiacán. El desparpajo demostrado en el operativo en contra de Ovidio Guzmán, cachorro del Chapo, es evidencia de dos cosas: una total y profunda desorganización en uno de los...

Investigador Titular en el CISAN-UNAM y profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la FCPyS. Fue Profesor-Investigador visitante en el Lateinamerika-Institut de la Frei Universität, Berlin 2013-2015. Colaborador permanente en Deutsche Welle, Berlin. Realizó su Maestría en Sociología Política y el Doctorado en Relaciones Internacionales, por la London School of Economics and Political Science (LSE).