Si es que no teníamos ya suficiente con mantener una relación con Estados Unidos caótica e irracional, sólo faltaba que presenciáramos una cantinflesca y desparpajada reunión de trabajo entre los dos mandatarios de Estados Unidos y México, la cual se llevó a cabo el pasado 12 de julio en Washington, DC. Esta reunión venía precedida por una serie de incidentes que fueron preámbulo y explican el carácter y sentido de la mala recepción que se le ofreció al Presidente mexicano. Recordemos solamente las sendas declaraciones, antes de la Cumbre de las Américas en mayo, a la cual López Obrador no asistió en protesta porque no se le hizo caso a su berrinche de que Biden invitara a los dictadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Como todos sabemos, ninguno de los tres fue invitado, de tal forma que AMLO boicoteó con su ausencia la reunión e intentó convocar a otras y otros mandatarios a que también le hicieran el feo al anfitrión y no asistieran a Los Ángeles. Pocos le hicieron eco a esta a...

Investigador Titular en el CISAN-UNAM y profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la FCPyS. Fue Profesor-Investigador visitante en el Lateinamerika-Institut de la Frei Universität, Berlin 2013-2015. Colaborador permanente en Deutsche Welle, Berlin. Realizó su Maestría en Sociología Política y el Doctorado en Relaciones Internacionales, por la London School of Economics and Political Science (LSE).