La semana pasada tuvo lugar en Vilnius, Lituania, la más reciente cumbre de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), con la asistencia de todos sus miembros y de invitados especiales de otras regiones del mundo, así como con la presencia también de Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania y parte sumamente interesada, en virtud de que insistió en ser aceptado en la OTAN como nuevo miembro, todo lo cual no sucedió. En los 500 días que han pasado desde que Putin invadiera Ucrania, la OTAN ha crecido y, lejos de dividirse o debilitarse, se ha cohesionado, fortalecido y seguirá ampliándose con la entrada de Suecia, toda vez que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan ha levantado ya el veto para que Suecia entre y se convierta en el miembro número 32. Lo anterior, no sin antes haber negociado arduamente cuotas específicas de poder, especialmente haber comprometido a Suecia a combatir al PKK, el partido kurdo que tanto molesta a Erdogan y al que considera como un grupo terrorista...

Investigador Titular en el CISAN-UNAM y profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la FCPyS. Fue Profesor-Investigador visitante en el Lateinamerika-Institut de la Frei Universität, Berlin 2013-2015. Colaborador permanente en Deutsche Welle, Berlin. Realizó su Maestría en Sociología Política y el Doctorado en Relaciones Internacionales, por la London School of Economics and Political Science (LSE).