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La presidenta Sheinbaum y el sistema internacional

Una política exterior dogmática o ideologizada se niega al entendimiento de la profunda naturaleza de las transformaciones y se convierte en una política exterior pasiva e inefectiva para el logro de los intereses nacionales e, incluso, de la implementación de los principios que le son intrínsecos a cada Estado. Está visto que la política exterior del sexenio pasado fue aislacionista, chovinista, timorata y poco pragmática. Sólo hay que ver el zipizape que armó López Obrador al poner “en pausa” (término inédito en relaciones internacionales) la relación con España (junto con otros actos poco dignos de la política exterior mexicana), por el hecho de que España no atendió una exigencia de perdón por la Conquista, pedida por el Presidente. La flamante presidenta Sheinbaum no invitó al rey de España, y jefe de Estado de ese país hermano, y con esto parece darle continuidad a una política exterior que no sólo fue inexistente, sino que desprestigió a México frente al mundo. ¿Tendremos una co
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La pausa y el precipicio

Estados Unidos ha manifestado reiteradamente su preocupación por la reforma judicial y afirmó que ésta afectará la independencia del Poder Judicial y eventualmente pondría en riesgo el tratado trilateral. Hay pausas que matan y esa bien puede ser la que decretó el presidente mexicano en días pasados, a raíz del pronunciamiento del Departamento de Estado, en la voz del embajador Ken Salazar, a propósito de la reforma judicial que ha impulsado López Obrador. Estados Unidos ha manifestado reiteradamente su preocupación por la reforma judicial y afirmó (aunque Salazar, siempre salamero, lo haya matizado después) que ésta afectará la independencia del Poder Judicial y eventualmente pondría en riesgo el tratado trilateral –TMEC–- que México firmó con Estados Unidos y Canadá. Junto a esta postura están los posicionamientos de varios medios de prensa como The Economist, The Washington Post, Financial Times, el New York Times, y un número importante de congresistas estadunidenses interesados en

El ascenso de Kamala

 Hace cuatro semanas, el presidente Joe Biden renunció a seguir compitiendo por la reelección. Gran decisión que reanimó a su público. Después vino Kamala Harris y el Partido Demócrata despertó y se colmó de un entusiasmo que no se había visto desde Barack Obama y que se reflejó en la Convención Demócrata que se llevó a cabo del lunes al martes pasados. Un sentimiento de unidad chovinista ha cubierto todos los acontecimientos recientes organizados alrededor de Kamala Harris y su compañero de fórmula, Tim Walz, gobernador de Minnesota. Nada es igual ya de cuando Biden aún gateaba su candidatura reeleccionista. En la narrativa de Harris ha prevalecido un tono nacionalista que sólo se diferencia del trumpista en el énfasis excluyente que el último le ha impreso a su discurso desde que se convirtió en celebridad de la farándula republicana. En todo caso, el reto para Harris es mayúsculo. Saltar desde la vicepresidencia como una desconocida para el común de los estadunidenses, requerirá la

El chavismo sin futuro

Es probable que el chavismo en Venezuela haya sido ya herido de muerte a partir de las pasadas elecciones (hay que notar que las estatuas de Hugo Chávez han empezado a ser derrumbadas por los manifestantes en contra del régimen, todo un hecho simbólicamente notable). Las elecciones en Venezuela han arrojado un sinfín de dudas y producido protestas crecientes que amenazan con incendiar ese país, si es que no está incendiado ya. El régimen y el órgano electoral que controla, el Consejo Nacional Electoral (CNE), anunciaron sin mostrar prueba alguna, un triunfo de Maduro con 51.9% contra 43.1% de Edmundo González Urrutia, candidato de la oposición. María Corina Machado, líder de la oposición e inhabilitada arbitrariamente por el chavismo, afirma tener más de 80% de las actas, cuyos resultados darían 67% a González Urrutia, o siete millones de votos y 30% a Maduro, o tres millones de votos. Una gran diferencia que hoy tiene a una gran mayoría de actores internacionales, encabezados por Esta

El trumpismo se puede desmoronar

El hipernacionalista, populista y extremista movimiento trumpista (con todo y Vance) pareció vivir su mayor luna de miel entre el 13 de julio, cuando Trump recibió un rozón en la oreja derecha en un claro (aunque polémico para el FBI) intento de asesinato a balazos en su contra en un mitin en Pensilvania, y el 21 de julio, cuando el presidente Biden decidió, por fin, dejar la candidatura del Partido Demócrata. Creo que con el encumbramiento de Kamala Harris como la candidata de los demócratas a la presidencia desde el día en que Biden renunció a seguir compitiendo y la señaló como su sucesora en la candidatura, ha puesto a Trump y al trumpismo a la defensiva. Si bien es cierto que después del atentado Trump aventajó hasta por cinco puntos porcentuales a Biden (Trump, en la Convención Republicana apareció como un iluminado y una suerte de mesías por su odisea), ahora con la emergencia de Kamala Harris, es ella la que aventaja a Trump por dos puntos (44 vs. 42 según Reuters/Ipsos del mar

Francia y Gran Bretaña: elecciones históricas

En días recientes ocurrieron dos jornadas electorales históricas en Francia y Gran Bretaña que representan un interesante paradigma que va en sentido contrario de aquel que ha querido dominar el espectro político europeo: el del avance de la ultraderecha que domina en Hungría, Italia, Austria y Bélgica, entre otros casos. Ante el triunfo de Reagrupamiento Nacional (RN) de Le Pen en las elecciones parlamentarias europeas, el presidente Macron decidió, con un arrojo temerario, adelantar las elecciones una vez disuelta la Asamblea Nacional. Cuando esto ocurrió, ante un clamor y confusión generalizados, los pronósticos y algunas encuestas daban por sentado que RN arrasaría e incluso podría obtener la mayoría absoluta. Esto hizo temer a la mayoría de los franceses de que, ahora sí, la extrema derecha se podría colocar en la antesala del gobierno. La movilización del Frente Republicano fue inmediata y bien organizada y se fundó el Nuevo Frente Popular (NFP), encabezado por Jean-Luc Mélenchon

¿Biden en el precipicio?

 El debate reveló lo que siempre hemos sabido: Trump es un mentiroso consumado, como cuando dijo que le había heredado a Biden la economía más próspera de la historia de EU, o bien cuando dijo que la salida de Afganistán fue desastrosa (lo cual es cierto), siendo que Trump, durante su Presidencia, fue el que firmó el compromiso de EU de salirse de ese país El presidente Joe Biden quedó a la deriva en el debate del pasado jueves. Se le vio perdido, desarticulado, enojado y con muchos lapsus. Desafortunadamente para él, el partido demócrata y sus seguidores, que pensaban que Biden aún podría ser un dique contra Trump, el presidente perdió este primer debate presidencial y esto ya se refleja en las encuestas posdebate, que declaran a Trump como el ganador de este. Previo al debate las expectativas eran si Trump podría controlarse y evitar sus típicos exabruptos agresivos, lo cual parece ser que logró; y lo otro era si Biden podía mantenerse entero y de pie y articulado durante los 90 minu